Nazaret Z: los niños extienden la epidemia
(por Helena P. Grau)
-Esto no lo hemos hecho nosotros. No me lo creo – Popi tiene doce años y piensa esto al verse en la pantalla.
-El estreno se nos ha ido de las manos- Isabel Fuertes y Rocío Saborit no han visto nada igual en sus tres y cuatro años de experiencia, respectivamente, como educadoras.
Las familias abarrotan el aula más grande de El Arca de Noé en la calle Manuel Andrés de Nazaret, ese barrio que es como la cola que, hacia el sudeste, aún le cuelga a la Valencia que se cree Sapiens, pero se queda en Catarrino. Allà donde la Ciudad de las Artes y las Ciencias pierde su nombre, los voluntarios y las cuatro educadoras que aún le quedan al Arca, como la conocen en Nazaret, hacen la labor que la escuela o los servicios sociales públicos dejan de hacer cuando pierden el suyo. En El Arca participan setenta niños de entre seis y quince años de familias con el llamado «informe de derivación», un informe detallado de su situación de emergencia -en especial el peligro de absentismo escolar permanente o «cronificado» en la jerga de las educadoras:
-Hay niños que llevan cinco años o más fuera de la escuela, vagando por ahí. Y algunos colegios no registran ese dato -me dirá después de ese estreno desmadrado Isabel con su lengua y sus ojos despiertos, las hebras del pelo trenzado tiesas en el cogote y desplegadas como puntas de estrella.
Cuando las familias aparecen, casi todas gitanas valencianas, pero cada vez más payas, subsaharianas y rumanas venidas tanto de Nazaret como de la vecina pedanía de La Punta, no suelen hacerlo más de una docena de sus miembros. Normalmente, en días de excursión. Hoy, el hoy del 26 de septiembre pasado, es excepcional: por fin se estrena Nazaret Z, el fruto cinematográfico de la colaboración con Cabanyal Z.
EL COMER COMO MOTIVACIÓN
Días después, reconstruyo ese proceso de colaboración. Pregunto a Popi qué hizo ella:
-Comerme a Aroa.
-¿Y antes del rodaje?
-Comerme a Aroa.
Se refería a que antes de comerse a Aroa, tenía que pensar en cómo comerse a Aroa. Es decir: diseñar la situación, los personajes, y finalmente, ensayar. Primero, Isabel y Rocío organizaron una lluvia de ideas en grupos. A partir de ahí, se iba concretando el guión y su traducción ilustrada, el storyboard. Todo un trabajo de preproducción.
-También hice de cámara. Grabé a mi prima cagando en el baño.
-¿Y eso te gustó más que la actuación?
-No, preferí comerme a mi amiga Aroa.
Popi es franca, certera, apunta sin parpadear y sin darse cuenta ya ha refinado su humor: ha pasado de preferir la escatología facilona a la antropofagia concienciada. Y la actuación a la dirección de fotografía. Popi es, además, una de las protagonistas y se come muy bien a Aroa. Es este humor blanco oscuro, el que comparten los niños y las educadoras con Cabanyal Z, una de las principales razones que les llevaron a activar el contacto de una de sus trabajadoras con Xusa Moya, la productora de nuestra serie:
–Rocío: No queríamos nada edulcorado, no los queríamos tratar de tontos. Vimos fragmentos de películas de zombies o similares, como la boda de REC 3 o Zombieland.
–Isabel: No parece muy pedagógico. Pero tampoco podemos estar fuera de la realidad.
La realidad es que ellas, que apenas están en la treintena, tenían que ausentarse para evitar vomitar. Y ellos, que ya tienen entre nueve y quince años, eran, según Rocío «cero impresionables». El resultado ha sido que durante el proceso la atención y la concentración no tuvieron precedentes. Como dirá Isabel:
-Lo cierto es que comerse a un compañero es muy motivador.

CABANYAL Z PONE
Cabanyal Z acudió a la llamada, y de paso demostró que dos colectivos, de principios, organización y financiación tan diferentes pueden colaborar en proyectos de interés- y servicio- público. Sobre todo el co-creador, Gerardo J. Núñez y el editor Eduardo García Mira, guiaron a los muchachos en la creación de personajes, secuenciación de situaciones, manejo de cámara y captación de sonido. Pero fueron ellos, los niños, los que a partir de la orientación de educadoras y cabanyalzeteros, crearon Nazaret Z. El rodaje duró la semana que estaba prevista, y el proceso total, un mes. Todo según los cálculos de la minuciosa organización.

Absortos en lo que hacían como nunca antes, tanto Isabel como Rocío dicen que esperan haber logrado un aprendizaje a través de la experiencia:
–Rocío: Es gente sin rutinas. Es muy difícil creárselas. Pero creemos que los valores que hemos transmitido con Nazaret Z han sido cosas como cumplir con las responsabilidades, trabajar en equipo de forma cohesionada, el autocontrol, aceptar el protagonismo del otro o tolerar la frustración. Además, puede que les hayamos creado una expectativa: porque se han dado cuenta de que la producción audiovisual es una profesión.
Y NAZARET REPONE Y DISPONE
El Arca no para.
No paraba antes de Cabanyal Z, con actividades lúdico-formativas, todas educativas, agrupadas en grandes bloques monotemáticos mensuales. Por ejemplo, las vanguardias artísticas: en el espacio asignado para los dos grupos de Isabel y Rocío, de entre nueve y doce años, Rocío señala un lienzo blanco con salpicones de colores: «Mira nuestro Pollock», me dice mientras larga un trozo de tarta colmada de manzanas. «Del horno de Vistabella, en donde el pan sabe a pan». «Y a rosquilletas», remata Isabel. A Pollock le habría encantado ver cómo se apropiaran de él estas infatigables educadoras como resistentes aldeanas galas…

El Arca no para tampoco después de Cabanyal Z: Rocío lleva en sus manos un trozo de cine: entre sus dedos gira la cuerda de un traumatropo, uno de esos artilugios de papel con las dos caras pintadas que al rotar crea ilusión de movimiento. Y al despedirme de las educadoras, ella no se ha dado cuenta, porque quizá está acostumbrada a esto de educar y emancipar… el caso es que la cara de papel frente a mí se ha parado en una jaula de pájaro. Vacía.
[Nazaret Z se estrenará en un solar del Cabanyal cercano al Samaruc (Josep Benlliure, 193) el jueves 17 de octubre a las 21h. Cabanyal Z espera repetir la experiencia a través de Resistencia, el proyecto que pretende extender la idea a otros barrios de Valencia]
ENLACES:
El Arca de Noé
http://elarcanazaret.org/
Reblogueó esto en the owl esther paredes.
ole!!
Ea, gracias, salaos Strelka y Belka! O Rogelio, o Humberta o María Jesús, o Xavi, o como sea que te llames 😉